martes, 22 de febrero de 2011

Paréntesis

Cuesta abajo...La fachada se desmorona y las sonrisas se desdibujan. Es lo que tiene el desgaste. Y va por inercia espiritual, una situación mantenida en el tiempo que raspa la piel y oxida la moral.

Es casi como que da igual que ocurra, no se produce ningún ascenso, sólo se produce un lento descenso casi imperceptible. En el fondo es un descenso inevitable, tanto como invisible. La experiencia abre las mentes y las condiciona, desaparecen los mitos y aparecen las perspectivas de madurez. Y llega la necesidad de subir, de lograr algo, de convertirse en adulto y conseguir un trabajo, cierto reconocimiento social, conseguir dinero y estabilidad. Lo normal en los momentos de autobús es plantearse como enfocar tus acciones para llegar a esa estabilidad, y mantenerla. Yo en cambio me muevo en un enorme paréntesis en el que mi futuro me da lo mismo y la sombra de la irrelevancia amenaza con destruirlo todo. No paro de plantearme el porqué, no paro de buscar alternativas y no paro de rechazar lo cotidiano y lo socialmente establecido.

Es de todos modos, un paréntesis, como otros tantos que sufrimos a lo largo de la vida. Me han pillado demasiadas cosas a la vez y en poco tiempo, y cuesta amortizarlo todo sin rallar la depresión. Por supuesto no existen apoyos puesto que ni siquiera me inclino a buscarlos. Es sólo un paréntesis. Uno de tantos. Y prefiero afrontarlos sólo. ¿Por qué? Siempre me he hecho a la idea de que hay que aprender a no depender de los demás, y es la única forma de desarrollar la personalidad propia. Eso sí, soberana mentira sería creer que por acostumbrarte a ser independiente no necesitas a los demás. Todo lo contrario. Otra cosa es que hagamos como que no nos importa, una estupidez, totalmente generalizada y que me apropio.

Un paréntesis...

lunes, 14 de febrero de 2011

Flawless

Piezas sueltas

Noto una especie de rompecabezas por mente en estos momentos. No es una novedad, si bien nunca me sentí tan disgregado...

Entre tanto desorden he podido recuperar cierta frase, una de esas que me gusta en cierto momento y me gusta escribir para recordarla, o para que sea leida. (Si quiero que sea leida la pongo en el tuenti, simplemente)

La frase que me ronda tiene que ver con un concepto que convertiría en dogma: Si digo que voy a hacer algo, lo hago, si no voy a hacer algo simplemente no lo digo...Simple, tan simple como imposible de realizar con un mínimo instinto de bocazas...

Pero es un concepto que tildaría de noble. Nobleza que no abunda y que tanto persigue mi lado digno e ilusorio...

Da igual sobre que se aplique, incluso si se dice medio en broma (ya he aprendido que todo lo que se dice en broma es siempre más en serio que en broma...)Lo importante es ser fiel a tu propia palabra. Y sólo puede conseguirse eso si te atas un poco la lengua y no la dejas actuar cada vez que tienes una oportunidad.

A veces me enfado porque algunas personas que aprecio...bueno, en este caso en concreto en el que pienso diria que hasta es mucho más...en fin, me enfado porque con sus palabras no invaden el espectro personal en el que se basan las relaciones interpersonales. Vengo a decir que yo suelo utilizar la picaresca y la broma para dejar medio claro a las personas cuando me interesan o me importan en cierta medida...Si bien es algo que con el tiempo dejas de controlar. El espectro se expande y empiezas a utilizar las mismas estrategias discursivas con casi todo el mundo...y así pierde la gracia. Pero también informa mucho de ciertas intenciones primarias y bastante sencillas.

Me enfado al no ver estos mismos conceptos aplicados a la inversa, porque lo tiendo a asociar a que realmente no le importo a esa persona. Si bien no tiene por qué ser cierto.

En mi cabeza giran piezas sueltas e intentos de unirlas...Pero al final acabo cansado y con la sensación de perder el tiempo. ¿Para qué buscar tantas estrategias o explicaciones?

La solución es más sencilla, pero la ambición nubla el camino. Querer algo que no puedes tener...acaba absorbiendo y dejas de enfocarte en lo que puedes tener. Tanto se dice que el ambicioso no puede ser feliz porque nunca está satisfecho...Yo creo simplemente que no quiero conformarme, si bien no hace que me sienta mucho mejor.

Algunas piezas podrían desaparecer de forma rápida y contundente con pocas palabras...Quizá con ello despeje un poco la maldita cabeza.