viernes, 19 de julio de 2013

Y el tiempo pasa...

Uno no se para a pensar en la complejidad del mundo a menos que se siente a reflexionar y caiga en la cuenta de que, en otro lugar al mismo tiempo, otra persona puede estar haciendo lo mismo: con sus problemas, sus alegrías y penas específicas.

Luego añades a la ecuación el hecho de que conoces a esa persona. En algún momento lees algo que escribe, ya sea por el muro de facebook, twitter, o donde sea, y si no estas acostumbrado a entrar en ese "universo especial" (o la persona no suele escribir cada dos por tres), puedes llegar a pararte un momento, leer lo que quiere expresar, y hasta sonreir, recordar momentos, alegrarte por las cosas buenas que cuenta. Y olvidar por unos instantes cualquier chorrada que te haga sentir mal. 

No hace falta responder a su escrito. El concepto sagrado toma fuerza dentro de mí. Un concepto que expresado en palabras suena vano, pobre, vacío incluso: "espero que todo te vaya bien en la vida". Toma fuerza cuando lo lanzas, en forma de promesa, de deseo, y esperas que se cumpla, con el mero interés empático de esperar que alguíen logre alcanzar la felicidad. 

Considero que es uno de los deseos más sanos a la que tu alma puede aspirar. Y a veces lo recuerdo, y lo practico. Y en esos momentos odio a esa persona que se pasa el día y las horas criticando, pensando en sí mismo, incapaz de alegrarse por otros. 

En esos momentos odio a la persona que suelo ser. 

Y el tiempo pasa...Las personas que conociste se alejan irremediablemente, viven sus vidas. Y un día te acuerdas de ellos, aunque sean unos minutos. También te recordarán a ti alguna vez, o quizás no. Depende de lo que cada uno haya significado, por supuesto. 

El tiempo pasa, y me imagino...lo que he sido yo para otros. Y entiendo que para mucha gente sólo he sido alguien poco interesado en ellos, en escuchar lo que tienen que decir o mostrar cierta empatía. 

Y al igual que apenas dedico tiempo a aquellos que no se interesaron por mí, dudo que estos piensen en mí. Es lógico.


Lo importante es dejar esa huella, esa identidad que irradias con tu forma de ser, y que consigue que otros, aunque te conozcan de hace unos minutos, digan en silencio y cuando están a solas, y de corazón: "Espero que todo te vaya bien en la vida". 


Sólo con este tipo de detalles, tu existencia cobra sentido. 



Y el tiempo pasa...Viajas lejos, cambias de aires. Y por suerte sabes que cuentas con muchas personas que te desean lo mejor. 


Llevaba bastante tiempo sin sentir la fluidez de ponerme en esa situación. Hoy le he deseado lo mejor a otra persona. El mundo sigue y comprendo cuantas cosas influyen en una acción interior. 




Lo puede cambiar todo.

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