Queda menos de un mes para que se acabe mi cuarto año de carrera. ¿Impresión? Un paseo con más sinsabores que otra cosa. Aunque no iba a molestarme en tonterias. Se acabó eso de asistir a todas las clases que no me aportaban nada...Y este segundo cuatrimestre he anulado toda posibilidad de estrés. ¿Para que iba estresarme por asignaturas tan solo por aprobar si no van a servirme de nada? Estudio, sacaré lo que tenga que sacar, pero no van a robarme más tiempo del que estoy dispuesto a cederles.
A estas alturas valoro otra clase de cosas, y a cada año que pasa más me guio por mis instintos que por lo convencionalmente correcto. No sé a donde demonios me llevan mis movimientos. A veces me paro y vuelvo a imaginarme a mi mismo tal y como quiero ser, recupero esa idea. Y debería centrarme en eso. Y aprender lo que quiero aprender.
Este verano empezaré a escribir algo gordo, para liberar todas mis ideas en contra de todo lo absurdo que impera en el orden social y cultural.
Me despido de un año que he vivido a mi manera, sin subordinarme a miedos estúpidos. Un triunfo relativo, personal. Ahora va siendo el momento de centrar mis esfuerzos donde realmente quiero. Donde tengo algo que ganar.
Y no centrarse en el vacío de miradas corrientes.
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