miércoles, 8 de junio de 2011

A veces es mejor no decir nada...

Con algunas cosas tarde o temprano acabas quemado. Y lo sabes, sabes que no hay solución cuando se producen ciertos choques. Puedes esforzarte por dejarlo pasar, por no darle importancia, por centrarte en otras cosas. Pero en el fondo sabes que le das importancia...

¿Y? A la mierda con eso. No tengo por qué aguantar ciertas actitudes. No se trata de exigir, no puedes evitar que la gente sea como es. Tampoco pueden exigirte nada. Y no esta mal que de vez en cuando se tengan en cuenta los comportamientos y se actúe en consecuencia.

Que para pasarlo bien no hace falta perder el respeto y estar haciendo gilipolleces todo el rato. Soy el primero que se comporta como un payaso. Pero a veces reflexiono...no siempre estoy orgulloso de mi propio comportamiento.

Habrá que cambiar algunos hábitos. No porque esté bien o porque esté mal, es cuestión de ser como se quiere ser.

Repito, que cada uno haga lo que quiera, pero que se atenga a las consecuencias. No creo en las reglas, pero si en las consecuencias. Y en que la gente debe pagar por sus errores...

A veces es mejor no decir nada....¿Quién soy yo para juzgar a nadie? Si quieren mi opinión, vale. Soy el primero en cometer errores y en tener miles de defectos y prejuicios. Pero eso es problema mio, al igual que mi deseo de pulir esos fallos.

Somos quienes somos, no podemos contentar a todos ni ser los protagonistas de la clase o los más populares. Y no porque no seamos buenas personas, desgraciadamente eso suele tener poco que ver. Pero ese es otro universo de reflexiones y debates.

¿Mi opinión? En el aire, ya ni siquiera tengo claro que pensar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario