Podría definir de muchas formar lo que ha pasado hoy, pero prefiero elaborar una enrevesada teoria en su lugar.
El "estudiante burgués caradura" llega a su casa después de un examen voluminoso y, sabiendo que en pocos días viene otro de proporciones paralelas, decide descansar y empezar al día siguiente. Este espécimen (si queréis un ejemplo, yo mismo...) puede llegar a un punto de saturación derivado en la imposibilidad de concentración y asimilación de datos relevantes. Puede echarle tiempo a los apuntes, pero la profundidad se ha ido desgastando (por falta de un entrenamiento continuado a lo largo del año) y cada vez es menos propenso a recordar nombres, fechas o series de características.
Pero el burqués caradura no se rinde ante las evidencias tan facilmente, y se propone enfrentarse al desafio del siguiente examen tenga un nivel medio o bajo de conocimientos sobre la asignatura.
El paradigma de esta clase de estudiante establece que en este tipo de circunstancias, el susodicho visualiza una ecuación infalible:
Conceptos básicos + capacidades expresivas + inventiva = 5
El azar y la flexibilidad del profesor garantizan con mayor o menor medida que el resultado obtenido se mantenga en esa línea con un margen de error del 87%
Por suerte en mi caso, al salir del examen, mi rostro no vacilaba de haber salido de un examen echado a suertes, si bien una inusitada tranquilidad me invadió. Soy consciente de que la educación no funciona bien, y que un examen bien hecho es resultado de una amplia diversidad de factores y en pocos casos demuestran a la perfección que el alumno ha adquirido unos conocimientos importantes para la profesión que persigue. En cuestiones más prácticas, la mecánica y la repetición permiten la adaptación a unas habilidades concretas, que unidas a la concentración permiten unos resultados aceptables.
¿Cuantos estudiantes burgueses caraduras recuerdan todo lo que dieron en el colegio y en el instituto?
La educación falla en la base, en dotar a los individuos de la consciencia de autodeterminación y la importancia del autoaprendizaje....
Porque en esta vida, sin motivación y sin esfuerzo, las cosas no entran solas...Estudiar debe ser una actividad continua en la vida de los seres humanos, estudiamos gracias a la curiosidad y a la ambición por saber más, y no simplemente porque nuestra obligación es aprobar exámenes para que nuestros padres no nos castiguen sin salir o en un caso más universitario, porque nuestro verano será más corto y no disfrutaremos tanto...
Soy consciente de mi propia falta de autodeterminación, y sólo desde el fallo puede surgir la empatia y la credibilidad de un argumento...Polémicas aparte, como no...
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