lunes, 21 de junio de 2010

El paradigma del estudiante burgués caradura

Podría definir de muchas formar lo que ha pasado hoy, pero prefiero elaborar una enrevesada teoria en su lugar.

El "estudiante burgués caradura" llega a su casa después de un examen voluminoso y, sabiendo que en pocos días viene otro de proporciones paralelas, decide descansar y empezar al día siguiente. Este espécimen (si queréis un ejemplo, yo mismo...) puede llegar a un punto de saturación derivado en la imposibilidad de concentración y asimilación de datos relevantes. Puede echarle tiempo a los apuntes, pero la profundidad se ha ido desgastando (por falta de un entrenamiento continuado a lo largo del año) y cada vez es menos propenso a recordar nombres, fechas o series de características.

Pero el burqués caradura no se rinde ante las evidencias tan facilmente, y se propone enfrentarse al desafio del siguiente examen tenga un nivel medio o bajo de conocimientos sobre la asignatura.

El paradigma de esta clase de estudiante establece que en este tipo de circunstancias, el susodicho visualiza una ecuación infalible:

Conceptos básicos + capacidades expresivas + inventiva = 5

El azar y la flexibilidad del profesor garantizan con mayor o menor medida que el resultado obtenido se mantenga en esa línea con un margen de error del 87%

Por suerte en mi caso, al salir del examen, mi rostro no vacilaba de haber salido de un examen echado a suertes, si bien una inusitada tranquilidad me invadió. Soy consciente de que la educación no funciona bien, y que un examen bien hecho es resultado de una amplia diversidad de factores y en pocos casos demuestran a la perfección que el alumno ha adquirido unos conocimientos importantes para la profesión que persigue. En cuestiones más prácticas, la mecánica y la repetición permiten la adaptación a unas habilidades concretas, que unidas a la concentración permiten unos resultados aceptables.

¿Cuantos estudiantes burgueses caraduras recuerdan todo lo que dieron en el colegio y en el instituto?

La educación falla en la base, en dotar a los individuos de la consciencia de autodeterminación y la importancia del autoaprendizaje....

Porque en esta vida, sin motivación y sin esfuerzo, las cosas no entran solas...Estudiar debe ser una actividad continua en la vida de los seres humanos, estudiamos gracias a la curiosidad y a la ambición por saber más, y no simplemente porque nuestra obligación es aprobar exámenes para que nuestros padres no nos castiguen sin salir o en un caso más universitario, porque nuestro verano será más corto y no disfrutaremos tanto...

Soy consciente de mi propia falta de autodeterminación, y sólo desde el fallo puede surgir la empatia y la credibilidad de un argumento...Polémicas aparte, como no...

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